Dueño de una vitalidad superlativa, el abuelito de la
división trata de devolverle a la vida un poco de lo tanto que esta le ha dado
y para ello realiza tareas sociales con grupos de riesgo, poniendo incluso su
integridad en juego. Tal es el caso que ilustra la presente en donde se lo ve
rescatando a un sucio y apestoso hippie brasileño. Sin duda un tipo con
conciencia social.
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