La tardecita cordobesa pintaba calurosa y los zánganos
habían agotado nuestra paciencia del día, por eso nos miramos cómplices y
decidimos huir hacia el abúlico centro de Tanti para despejar un poco nuestras
mentes y darle alegría a nuestros corazones. Sabíamos que los dementes quedaban
en las sabias manos del Masi… el Masi de la People, nuestro guerrero vikingo de
plateadas mechas. Con nuestra total confianza depositada en la Nanny de La 96,
nos tomamos de la mano y marchamos despacito disfrutando de la arboleda, con la
idea de compartir un cucurucho de menta y limón, pero antes de concretar nuestro
deseo, él me dio la sorpresa del viaje: me mostró el lugar en donde pasaríamos
nuestros días cuando nos llegara el retiro. Ahí nomás, decidí sacarle esta foto
para que nunca se olvidara de su promesa. Hoy la comparto con ustedes como
muestra de nuestra felicidad. No nos envidien!
2 comentarios:
hubiesen avisado!!!!!haciamos una vaquita y ya lo dejabamos!!!!!!!
a mi me llegó un chisme de que a estómago inquieto le mete lo cuernos con el maxi...
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