Memoria y balance Temporada 2008

Buenas, aquí estoy de nuevo para poner las cosas en claro. Más de uno recordará que soy el papá manager del equipo y que conmigo hay un grupo de colaboradores que intenta cumplir con las indicaciones que me tomo el trabajo de diagramarles todos los primeros de cada mes. Coincido con ustedes que los resultados no son todo lo óptimo que deberían ser pero, no hay que ser un ingeniero de la NASA para darse cuenta que los muchachos tiene sus limitaciones y que yo no tengo todo el tiempo del mundo para corregirlos. Aparte, nunca es tarde para que, los que siempre encuentran la paja en el ojo ajeno, se pongan el overol y vengan a ayudar en la división, bajo mi mando obviamente.
Pero hoy no quiero perder el tiempo en discusiones estériles (todos saben que siempre tengo la razón). Mi intensión es simplemente exponer todos los aciertos de este año y dejar asentadas en este blog algunas promesas que pienso cumplir para la próxima temporada.
Entre los aciertos, nadie me puede negar que hice la elección correcta al mantener como entrenador a Xantho y sumar al equipo a Tincho Carvajal. Los resultados me avalan ya que los chicos han crecido geométricamente en su calidad de juego. Años de manager, pero principalmente un toque divino, me hacen ver las cosas mucho antes que cualquier mortal y este año no fue la excepción. Que le vamos a hacer, estoy bendecido por la gracia de Dios.
Acabados todos los aciertos, ahora me voy a explayar con las promesas para el año que viene. Las mismas son las siguientes:
- Voy a llevar a Alejandrito a entrenar todos los Miércoles sin falta, por mucho que me moleste andar de noche por ese barrio de cuarta.
- Si en un partido se arman dos equipos y uno no tiene entrenador, me voy a poner el silbato al cuello y me voy a hacer cargo de los parias, incluso aunque mi hijo juegue en el otro.
- Si no puedo convencer al entrenador de que deje jugar a Ale en mi equipo, juro que no me voy a dar vuelta para verlo jugar. (No lo hago porque soy bueno sino porque mi médico me dijo que eso es lo que me produce tortícolis).
- Si nos toca jugar en el anexo de Champagnat, allá donde dobla el viento, juro ir aunque después tenga que hacerle tren delantero y amortiguación al auto.
- Lo mismo que si nos toca jugar con Lomas, Pucará, San Albano y cualquier otro club que tenga el mal gusto de tener acceso por medio del Camino Negro.
- Bajo ningún concepto voy a permitir que juguemos de visitante con Montegrande. Con la bosta de las vacas y la estampida de los caballos es suficiente argumento como para no ir nunca más.
- Voy a aceptar y promover los asados de camaradería, aunque después me disfracen de payaso. Es más, me voy a encargar personalmente de organizar la cena del próximo fin de año de la división, teniendo en cuenta que este año no pudo ser por que la crisis mundial nos acecha y no es bueno andar fanfarroneando delante de los losers (es lamentable que el resto de las divisiones de rugby infantil no hayan pensado lo mismo).
- Voy a hacer el máximo esfuerzo para que el fixture, del año que viene, sea un partido adentro y otro afuera para no estar meses sin pisar el club. Que empiecen a viajar a lo pavote los de la M9 para abajo. Quién se creen que son esos mocosos insolentes.
Bueno, creo que con estas mentiras… perdón, estás promesas, es más que suficiente. El año que viene veremos si la cumplimos o no. Tampoco es cuestión de comprometerse honestamente, ¿no es cierto? Esto no es Suiza, no nos olvidemos.
Les mando un abrazo enorme y mis bendiciones para el año próximo, a todos los que me conocen. El que no me conozca, que vaya y le pregunte a mi secretaria, Daniel Cavassa, quién soy. A ver si después le quedan ganas de hacerse el guapo conmigo.