Que veinte años no es nada...

Eso debió pensar este muchacho minusválido (y amigo aclaro) Albertito Tricarico cuando exactamente un año atrás me dijo, después de sacar un par de fotos de los chicos con algunos Pumas de Bronce en la visita de Hindú, mañana te las mando por mail... cric, cric. Pasaron los días, las semanas, los meses y ¡pasó el año! para que una semana atrás apareciera con un CD con fotos del 2005 en adelante. Hay algo que no puede dejar de reconocérsele: ¡cumplidor el muchacho! pero sin duda sus tiempos son otros. ¿Será que mordió la banquina y por eso viene más lento?. En futuras entregas vamos a ir publicando algunas perlitas del material que nos entregó el Rengo. Gracias querido.

Martín Scelzo con peinado Wolverine de los X-Men. La cara de enojado la tiene porque acaba de darse cuenta que a su izquierda lo tiene a su futuro reemplazo: ¡Aguante Oso!. A su lado está Santi, que todavía no había pegado el estirón ni tenía la voz del Gallo Claudio, y Nico Pilla, que por suerte salió buen tipo, nada que ver con el padre. Mientras tanto, Totito mira para abajo pensando: ¡¿yo tengo que manejar a esas bestias en una cancha!? ¡¿Nunca un ser humano!?

Un grande de verdad: Hernán Senillosa, junto a Santi, Toto, Pablito, Alejandrito, Nico y Facaa Lazarte, colado de la M6 (no le da la cabeza para jugar en otra división, ja,ja). La carita de Pablito lo dice todo: difícil que yo llegue a jugar como este... me voy a tener que conformar de hoocker nomás.

Señores soy de Cirano desde la cunaaaa!!! ¿Se acuerdan cuando teníamos orquesta y todo? Disculpen si se me cae una lágrima, snif. En la foto, el jefe de la barra brava de Cirano, el Viejo Pulido junto a Nico Fernández Miranda. Esa tarde dió cátedra de juego con y sin pelota; lo que le habló al arbitro no se ha vuelto a ver nunca más. Lo tenía alquilado y lo manejaba a control remoto. Un fenómeno.

Horacio Agulla, Santi, Rodri y Agustín, un Misericordioso que no termina de convencer a la madre para que lo deje jugar en el dream team. Agulla es un verdadero ejemplo de este deporte. Siendo chico todavía, le detectaron una osteocondrítis en la cabeza femoral, lo que lo obligó a un duro tratamiento con seis meses de silla de ruedas incluida y sin embargo, se repuso y llegó a ser titular de Los Pumas. El Rengo, su apodo por tener una pierna más corta que la otra por la enfermedad que debió sortear, es un ejemplo viviente de amor al rugby. Un verdadero ídolo.