Gracias totales!!!

A veces la vida nos pone personas en el camino que uno no sabe bien para qué están. En mi caso en particular, cuando lo vi por primera vez, no rengueaba tanto pero igual escoraba a estribor unos 30° y lo primero que le escuché decir tenía que ver con el fútbol, es decir, rápidamente me quedó en claro que el tipo era un enfermito de la redonda y, encima, de Boquita (para los Bosteros no es Boca es Boquita). A los dos minutos de conocernos ya me estaba cargando porque, según él, soy de un equipo que no existe, de ahí lo de Ra Sin Club, con lo que tanto me rompe. Pero como Dios es grande, la sociedad anónima volvío a ser un club y los esforzados simpatizantes comenzamos a sonreír de nuevo, de a poquito al principio y a carcajadas en los últimos tiempos, como el pasado Domingo en que mi club, la Gloriosa Academia Racing Club, me sirvió en bandeja la tan esperada venganza: 3 a 0 inobjetable con todas las estrellas, incluido Tristelme, del otro lado. ¡Apoteótico! ¡Insuperable! ¡Inolvidable! El Domingo se hizo justicia y todo porque mi gran amigo El Rengo, se la pasa gastándonos a todos los que somos normales, es decir, los que no somos bosteros. Gracias totales Rengo por esta alegría inconmensurable!!! Gracias también a Uarte y todos los amargos de Independiente por hacerme gritar 8 goles en un solo fin de semana. La verdad, tengo la garganta destrozada de tanta felicidad.