Dos pasos para atrás

Un verdadero golpe al orgullo y una rápida vuelta a la realidad resultó ser el balance de este encuentro llevado a cabo en nuestro club (si, de locales!) contra los chicos de Biei. Será que nos quedamos todos con la imagen de la visita que hicimos hace dos años a su cancha, cuando ellos eran tres y nosotros cuarenta, que pensamos que la íbamos a llevar de arriba en esta oportunidad. Lo cierto es que rápidamente las cosas se pusieron negras y así siguieron hasta que terminó el encuentro. En resumen: antes eran tres, ahora son sesenta y ocho y tienen un estado atlético impecable y juegan de manos con una velocidad que asusta; aparte todos van para adelante, no hay uno solo que corra de costado y si alguno lo hizo fue para tirar una medialuna que lo depositó comodamente en nuestro in goal. Apabullantes.
Como habrá sido la cosa que no publicamos fotos para no tener que poner todas en donde la pelota la llevan ellos... Tampoco vamos a batir el parche con el tema del entrenador porque sería una crueldad ante esta cruda realidad; algo así como empujar al suicida que está parado en la cornisa. En estas circunstancias, hasta nosotros somos capaces de sentir piedad.