No es nada divertido

Días pasados, uno de nuestros muchachos anduvo mostrando los resultados de sus pruebas del colegio y, al principio, todo era muy divertido porque eran una colección de malas notas que todos sus compañeros festejaban cómplices ya que, quién más, quién menos, alguna nota tenía baja o algo andaba ocultando para evitarse un tirón de orejas. Enseguida me dieron una de las pruebas para que la publicara en La Jirafa, aprovechando el lado divertido del blog, en especial porque, si miran bien en la imagen, la respuesta de nuestro alumno es una de las cosas más increíbles que, al menos yo, he visto en mis tantos años de estudio: "Me olvidé todo" fue lo que se le ocurrió poner para hacerse cargo del 1 (uno) inevitable. La respuesta invitaba a la risa franca pero el resultado apenas ser una mueca de amargura. Es que no hace falta ponerse a analizar mucho el tema para darse cuenta que no son pocos los jugadores de nuestra división que no llegan a entender la importancia del estudio en su vida. Todos están siempre dispuestos a disfrutar de los placeres que se les presentan, incluida la práctica del deporte que nos une, pero son muy pocos los que les dan al estudio el lugar que se merece y ha llegado el momento de que una vez y para siempre lo entiendan; ya no son unos nenitos que esperan todo de los mayores, ahora son jóvenes que entienden bien todas las cosas y es hora que comiencen a hacerse responsables de sus obligaciones. Obligaciones que, por otra parte, no son más que actividades que van a redundar en su único y propio beneficio. Así como dejan todo en la cancha defendiendo los colores de su club, de la misma manera deben dejar todo al momento de dedicar su atención al estudio. Si su intención es ser jugadores de verdad, deben saber que tienen que jugar a ganar siempre, en todo lo que hagan; y el estudio es el partido más importante en este momento de su vida. Grabenselo en su cabeza y no lo olviden ni por un segundo.