Miralo bien y decime: ¿no parece haber nacido para llevar la celeste y blanca en el pecho? ¿No te da envidia saber que es nuestro y que ustedes no tienen nada parecido? ¿No se nos habrá ido la mano contratando a Giovani para la filial Avellaneda y a Juani para la filial París? A veces pienso que nos pasamos de rosca, pero después me doy cuenta que nosotros somos así: amamos el champagne, ¿que le vamos a hacer? Pero ojo, no creas que te voy a dejar con tu frustración y amargura. Para que veas que soy magnánimo, estiro mi mano y te invito a sumarte a La N°1. Olvidate de esos colores horribles que tiene la camiseta de la murga de la que sos hincha ahora y ponete la más linda, la que tiene los colores de nuestra bandera, la misma que usan Los Pumas y el resto de los seleccionados de la Argentina. Ya sé: estás pensando en los códigos y que no se pueden cambiar los colores. No te lo voy a negar: yo pienso lo mismo pero, hay excepciones. Dejate llevar por el corazón y subite al carro de los vendedores. Sabes que no te vas a arrepentir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario