Pegaditos al banco de suplentes, los paladares negros de la división mantuvieron atenta la neurona para monitorear de cerca los movimientos y las indicaciones de los entrenadores. Por suerte para estos últimos, las jóvenes promesas del rugby universal, taparon con sus destrezas cualquier concepto erróneo vertido en los entrenamientos y dieron rienda suelta a su instinto para redondear una jornada consagratoria. No solo son un gran equipo sino que manejan a la perfección los códigos de caballerosidad de este magno deporte, cubriendo con el corazón cualquier limitación pedagógica. Bravo por ellos.
Los notables a pleno. Krusty concurrió en lugar de un afamado personaje de nuestra farándula ciranense que se niega a ser fotografía bajo ningún concepto.
Benito y La Porta, los cerebros del jurado, buscan preocupados en el horizonte tratando de encontrar al Rengo Tricarico que se va solo a ver los partidos para que nadie lo calle cuando explota en improperios contra el arbitro.
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