Velez 2 - Quilmes 3

Una vida futbolera no se olvida en un minuto así que no les voy a mentir ocultando el hecho que fué esto lo primero que me vino a la cabeza apenas finalizado el encuentro de nuestros players con sus pares de Montegrande. También podría haber titulado "David contra Goliat", siguiendo la lógica de demostrar que alguien en supuesta inferioridad de condiciones, frente a un rival de peso, puede salir victorioso. Seguramente podremos encontrar más ejemplos de este tipo pero lo cierto es que se perdió un invicto que parecía inquebrantable. Y está bien que así haya sido porque, desde que arrancó el torneo juvenil, el equipo no venía mostrando la firmeza que si tuvo en los partidos de pretemporada y aparte, y no por eso menos importante, los chicos de Montegrande jugaron un partido desde lo táctico y anímico perfecto, ahogando cualquier arresto de bravura individual que los nuestros hubieran tenido. Sin duda ellos pudieron aprovechar la enseñanza que les dejó la paliza que habían recibido un par de semanas atrás, entonces ahora es tiempo para nosotros de hacer el necesario análisis para encontrar y asumir rápidamente los errores que planteó nuestro juego, apuntando a recomponer una identidad que se está diluyendo. No por todo esto hay que olvidar que el primer equipo que jugó ganó su partido y hay que felicitarlos por ello, aunque también es justo decir que ganaron por corridas individuales que nada tuvieron que ver con el desarrollo global del partido. Montegrande B ofreció una seria resistencia y si no fuera porque sus backs parecieron ausentes del partido, otro hubiera sido el resultado. En resumen, "un tropezón no es caída", mucho menos cuando se está transitando el camino del crecimiento. Vamos Las Jirafas ahora más que nunca!